Grafito
El grafito es una de las formas en las que se puede presentar el carbono. Es de color negro grisáceo con brillo metálico, refractario y se exfolia con facilidad. El grafito es antimagnético, es buen conductor del calor y de la electricidad. El grafito es el material habitual para fabricar anillos para el sellado de los husillos de las válvulas y en el prensa-estopas de las bombas. Gracias a la ausencia de envejecimiento y relajación, se evitan aprietes repetitivos y desgaste de los vástagos y ejes. No sufre alteraciones físicas, aunque se produzcan cambios muy bruscos de temperatura. Tienen bajo coeficiente de fricción en acero inoxidable (0.048) y su resistencia química es excelente (pH 0-14). Los anillos de grafito se obtienen en molde por compresión, partiendo de papel de grafito de densidad 0,7 gr/cm³ sin ningún aditivo o ligante, hasta obtener la densidad requerida, generalmente 1,6 gr/cm³. Contienen un autolubricante natural permanente, son excelentes conductores térmicos y no envejecen ni cristalizan. Hacen una excelente estanqueidad a fluidos como vapores y gases. Su resistencia a la presión en válvulas es de 300 bar. Se fabrican en la medida exacta de su prensa o caja, en una amplia gama de diámetros, espesores y formas (planos, cónicos, hexagonales, con resaltes, con empaquetadura trenzada anti-extrusión en los extremos y con interior de malla metálica para usos en silenciadores de motocicletas). Pueden suministrarse cortados para facilitar su montaje, en 2 mitades o con un solo corte. Su resistencia a la temperatura con vapor es de 650ºC, pero con oxígeno puro a partir de 450ºC comienza su oxidación. En atmósfera inerte su campo de temperaturas es de -240 /+2500ºC y en presencia de dióxido de carbono a partir de los 900ºC comienza su oxidación.